• LA GRAN LISTA DE IDEAS PARA ORDENAR TU CASA
• EL ENFOQUE DESPIADADO DEL DESORDEN
• ¿QUÉ HAGO CON LOS OBJETOS QUE HE ORDENADO?

¿Conoces la sensación de tener invitados de última hora en casa sólo para entrar en pánico y correr frenéticamente por la casa escondiendo cosas, tirando cosas en lugares inusuales y moviendo muebles para tapar el desorden?

Esperas de verdad que nadie se fije en los ladrillos de LEGO que hay por ahí, en los libros de cocina que sobresalen del cajón de los trastos viejos y en los juguetes de los niños que cuelgan de su cubo de plástico.

Es el equivalente a que te pillen con los pantalones bajados.

Afortunadamente, existe una solución sencilla.

Una sesión rápida de limpieza y desorden para toda tu casa, con más de 50 cosas que puedes desordenar ahora mismo.

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LA GRAN LISTA DE IDEAS PARA ORDENAR TU CASA

1. Libros de cocina que prometiste probar y nunca lo hiciste (Sí, estoy mirando ese libro de cocina de la dieta Pegan que tienes en la estantería).

2. Almohadas y cojines que quitaste de la cama hace 5 años con la esperanza de que su "color" se pusiera de moda en algún momento de la próxima década.

3. Papeleo y recibos innecesarios (incluidas tus cenas de trabajo). Crea una hoja de cálculo de finanzas en Excel y recicla todo ese papel.

4. Tubos de loción y cosméticos viejos.

5. Duplicados de fotos impresas y tomas descartadas.

6. Esos vaqueros caros que no te entran desde 2009.

7. Artículos para mascotas mimadas (cuencos de otros colores, correas demasiado pequeñas y todas esas cosas que tu mascota no sabe que le has comprado, y mucho menos que las usa).

8. Tazas astilladas que "por lo demás están perfectamente bien". Repáralas o deshazte de ellas. A menos que sea tu favorita, entonces puedes esconderla en el fondo del armario.

9. Todos esos rompecabezas y puzzles polvorientos que guardas para las actividades de los días de lluvia, pero incluso cuando llueve, haces de todo con ellos.

10. Menús de comida para llevar que guardas aunque te sepas el pedido de memoria (psst, ¡ahora los menús están en Internet!).

11. Juguetes infantiles de peluche con los que tus hijos no han jugado o querido durante meses y meses.

12. Joyas que te gustan tanto que dejas que tu hijo pequeño las toque (léase: las destroce).

13. Ropa que guardas y que en realidad hace años que no te pones, y no tienes nada que combine.

14. Libros que has leído y que quieres regalar a un buen hogar: si te sientes caritativo, a las bibliotecas y organizaciones benéficas les encantan las donaciones.

15. Revistas que ocupan un espacio valioso en tu mesita (hablamos de espacio para más café, por si no ha quedado claro).

16. Cintas de casete y CD. ¿Tienes un reproductor para ellas? Haz una foto para los nietos y deshazte de ellas (quizá conserve una o dos por los viejos tiempos).

17. Tus viejos móviles. Sé que están en tu cajón de los "trastos".

18. Esa maraña de cables que prometiste que "ordenarías algún día". Hoy es ese día.

19. Viejas sábanas de mesa con esas manchas.

20. Viejas "sábanas de mesa" y "sábanas de cama" que prometes usar para pintar, pero nunca lo haces. En serio, deshazte de esas sábanas de mesa.

21. Cintas VHS.

22. Bombillas fundidas (te sorprendería saber cuántas hay por ahí).

23. Artículos para bebés retirados del mercado.

24. Ropa de bebé y artículos en los que tu hijo de 7 años ya no cabe (lo sé, lo sé, los guardas para tu próximo bebé... ¿pero de verdad vas a tener ese último bebé?).

25. Cepillos de dientes viejos. Eww.

26. Decoraciones de fiesta temáticas "de un solo uso". Lo más probable es que no las utilices el año que viene. No, en serio. Sólo los estadounidenses gastan 3.400 millones de dólares en decoraciones de Halloween CADA AÑO.

27. Disfraces para fiestas temáticas con los que no quieres que te vean por tercera vez consecutiva.

28. Material de oficina aleatorio. Conozco a los adictos a la papelería, es duro, pero es un sacrificio necesario. Realmente no necesitas todos esos bolígrafos y notas post-it *lloro internamente*.

29. Trajes de baño con los que no te sientes bien.

30. Aparatos de cocina inútiles. Malditos seáis los anuncios de televisión y los ingeniosos planes de marketing. ¿Ese pelador automático de verduras? Más bien un pelador automático de "nunca".

31. Los calcetines que usas para limpiar la pantalla del televisor. Hazte un favor y compra este ingenioso kit para limpiar el polvo.

32. Cámaras antiguas con una gama de 0,5 megapíxeles.

33. Medicamentos caducados. Definitivamente no los guarde. No son seguros. Deséchelos según la normativa de su país.

34. Antiguos productos químicos de limpieza que no tocarías ni con una pértiga de tres metros.

35. Ositos de peluche que esperas que algún día sean valiosos *crucemos los dedos*. Dona peluches a un hogar infantil o a una tienda de caridad, ¡se alegrarán mucho de verte!

36. Artículos de aseo medio vacíos y con costra en la tapa.

37. La ropa de niño que te regaló tu madre (aunque tengas más de treinta años).

38. Esas orejas de ratón de Disney y el cubo de palomitas rellenable que siempre te olvidas de llevar a los parques temáticos.

39. Proyectos de manualidades de Pinterest sin terminar.

40. Todos esos recuerdos poco memorables de todos los estados que has visitado. Enmarca las fotos y deshazte de los souvenirs baratos de un dólar.

41. Cupones caducados para cuando te inspiraste en los $1000s de comestibles gratis en 'Extreme Couponing'.

42. Alimentos caducados. No son seguros ni para usted ni para su familia.

43. Velas cuyo olor no te gusta. Quemarlas sería lo contrario a relajarse.

44. Frascos de perfume que ya no usas.

45. Calcetines huérfanos que llevan 3 años en la cesta de calcetines huérfanos.

46. Todas esas botellas de agua que compraste para cumplir tu propósito de Año Nuevo de "correr más"... (nosotros también odiamos correr).

47. Cestas de regalo que "amigos, familiares y conocidos bienintencionados nos han comprado, pero con las que no sabemos qué hacer, así que se quedan en el armario del baño". Sí, esas cestas de regalo.

48. Envases vacíos de productos ¡Recicla y despídete!

49. Exceso de envases de plástico, especialmente los manchados de rojo sangre de aquella vez que te llevaste espaguetis a la oficina.

50. Franelas, esponjas y paños gastados y llenos de bacterias. Qué asco.

51. DVDs que has visto pero que no recuerdas haber visto (bueno, no podían ser tan buenos)...

52. Cualquier cosa que estés cansado de limpiar *inserta toda la casa aquí*.

53. Repara piezas de cosas que ya no tienes. ¿Todavía se usan? ¡Gana dinero! Véndelas.

54. Esa lata de pintura vieja, crujiente y agrietada.

55. Guías telefónicas... ¿cuándo fue la última vez que las usaste?

56. Electrónica vieja y rota.

57. Pedacitos de LEGO que perforan la piel y no tienen hogar. ¿Alguna vez has pisado uno de estos? Ouch.

EL ENFOQUE DESPIADADO DEL DESORDEN

Puede que no te sientas identificado con todas y cada una de las cosas de la lista, pero esperamos que al menos te hayamos inspirado algunas ideas similares sobre cosas que puedes desordenar.

La idea es ser súper honesto y real contigo mismo sobre lo que necesitas aferrarte.

Cuando seas menos indulgente contigo mismo y te vuelvas más despiadado, verás cómo tu desorden se reduce en un abrir y cerrar de ojos.

Ah, y para evitar discusiones y rabietas, asegúrate de consultar a los demás habitantes de tu casa antes de tirar algo suyo.

¿QUÉ HAGO CON LOS OBJETOS QUE HE ORDENADO?

Como siempre, te recomendamos que dones todo lo que puedas. Organizaciones benéficas, bibliotecas, albergues locales para personas sin hogar... Todas estas organizaciones agradecen las donaciones.

Es mucho mejor que tirarlo todo al vertedero.

Consulta la gran lista de centros de donación para todas tus cosas de Apartment Therapy.

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